Al igual que en muchos otros lugares, aquí los momentos al volante pueden convertirse en una actividad arriesgada y llena de sobresaltos.
Para empezar, tienes que fijarte bien en los semáforos (claro, que para ello tienes primero que encontrar el que te corresponde...)pues controlan el tráfico de la mayoría de las rotondas y el problema es que están a bastante distancia. Si no andas con cuidado, puedes quedarte en mitad de un cruce y conociendo como se las gasta esta gente al volante...no te lo recomiendo...
El siguiente problema es que los cruces suelen ir de dos en dos y muy seguidos, así que puede que pases el primer cruce, pero si el semáforo cambia a ámbar tienes que tomar una rápida decisión en décimas de segundo: o paras, dando un buen frenazo pues tienes poco espacio para reaccionar, o aceleras a tope ya que el de detrás viene como un balín y eres un molesto obstáculo en su camino... Pero, vamos, nada de desanimarse, porque con la práctica se van controlando los espacios, los tiempos y los espejos retrovisores y la sensación de peligro disminuye un poquito...
Superado el momento cruce, queda pendiente por qué carril tienes que seguir avanzando, pues en la mitad de los sitios no hay líneas que los dividan. La solución es sencilla: por el que te dejen. Hay momentos en los que los carriles pasan de cuatro a dos, luego vuelven a abrirse (a veces a la fuerza...)y terminan en una rotonda donde cada uno avanza por donde quiere...He circulado por rotondas en las que incluso el que está dentro es el que tiene que ceder el paso a los que entran, así que, sobre todo al principio,¡¡be careful!!
Otro consejo es que respetes la distancia de seguridad (serás el único que lo haga), pero te puede librar de un buen susto.
En cuanto a "las señales de tránsito" hay algunas diferencias con respecto a las nuestras, que afectan a la forma y al contenido. Me llama la atención que en un país muy influenciado por los anglicismos, precisamente en la señal de "STOP" van y ponen "ALTO" o "PARE".
Cuando fuimos a Chichen Itzá me entretuve tratando de memorizar algunos de los mensajes que te van poniendo y donde se aprecian nuestras diferencias lingüísticas. Me refiero a cosas como: "NO MALTRATES LA SEÑALES" (pobrecitas...lo que han tenido que sufrir...), "CONSERVE SU DERECHA" (como si la izquierda no fuera igual de valiosa...), "CUANDO TOME NO MANEJE" (rima mejor que nuestro "si bebes no conduzcas"), "GUARDE SU DISTANCIA" (pero...¿dónde? Llevo el coche hasta los topes...ja,ja).
Otra cosa curiosa que he observado es que, en un lugar con un clima tan bueno, ves muy pocas motos. Teniendo en cuenta que para muchos el coche es un artículo de lujo, al alcance de pocos bolsillos(las diferencias sociales son realmente llamativas), la moto podría ser una alternativa para poder moverse. Sin embargo, ves más bien pocas. Hace unos días entendí por qué (aunque es una opinión muy personal...)
Pues veréis, aquí cuando llueve, llueve;nada de chiribiris... En cuestión de minutos es tan grande la cantidad de agua que descargan las nubes, que se inundan la mitad de las calles (tampoco es que cuenten con un sistema de alcantarillado muy bueno...) Más de una, y de dos veces, me ha tocado transitar por calles con grandes balsas de agua y tengo la suerte de llevar un carro alto y grande. Sin embargo, hará una semana, unos pocos metros delante de mí iba un pobre repartidor con su Vespino; de repente, un desconsiderado conductor (por no llamarle otra cosa) le rebasó por la derecha sin piedad provocando a su paso una ola que impactó de lleno contra el pobre repartidor. No le vi ni quejarse (como bien dijo mi hermano , bastante tenía con intentar mantenerse encima de la moto...) y sufrí muchísimo hasta que salió de la zona de peligro... Fue entonces cuando entendí porque se veían tan pocas motos por esta ciudad...(por no hablar de los baches, el asfalto, los resaltes...).
Y si, como el pobre de la moto, quieres vivir emociones fuertes al volante, nada como darte una vuelta por la carretera que va a la zona hotelera y comprobar el manejo de los "autobuseros" (haciendo paradas llegan antes que tú a los sitios y si quieren cambiarse de carril no esperan a que esté libre...faltaría más...).
En fin, a pesar de todo, nada como un par de meses para adaptarse al nuevo medio, adquirir los nuevos hábitos y aprenderse unos buenos rezos...(je,je).
¿Dónde está mi semáforo? |
Agua va... |